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Durante los años cuarenta, España y Portugal mantendrán una serie de contactos políticos y económicos que vienen a romper con la tradicional apatía que caracterizaba sus relaciones diplomáticas. Las causas de este acercamiento son perceptibles en un primer vistazo: ambos países, pertenecientes a una cultura similar, son gobernados por sendas dictaduras que se mantienen neutrales ante una conflagración mundial. A consecuencia de ello, deciden clarificar el estado de sus vinculaciones con los países en guerra, su mutua amistad y sus relaciones comerciales.

Estas conexiones, por lo tanto, abarcan desde la alta diplomacia hasta los productos de primera necesidad, no siendo ajena a esta fructífera amistad la industria cinematográfica. ¿Por qué precisamente es en este momento cuando se realiza mayor número de coproducciones hispano-portuguesas? ¿Por qué existe un intercambio constante de artistas y técnicos?

Si bien habían sido muy importantes las colaboraciones y coproducciones con Alemania e Italia a partir del comienzo de la Guerra Civil - y recordemos el rodaje en Alemania de las conocidas películas de la Hispano-Film-Produktion Carmen, la de Triana (1938) y La canción de Aixa (1939) con Imperio Argentina - coincidiendo con los avatares de la II Guerra Mundial estas relaciones van a ir evolucionando - con el asentamiento de productores italianos en suelo español, como es el caso de S.A.F.E.- o desapareciendo. Las causas últimas habrá que buscarlas en el contexto internacional, el mismo que influye, en parte, en la elección de Portugal por los productores españoles, como siguiente candidata susceptible de colaborar cinematográficamente.

El contexto político

Ante el estallido de la guerra mundial, España se había declarado neutral, lo que coincidía con los intereses de Portugal y Gran Bretaña. Posteriormente, Salazar y Franco, firmaron un tratado de no-agresión y amistad el 17 de marzo de 1939. Este pacto fue el punto de partida de la transformación de unas relaciones, históricamente indiferentes, en una vinculación casi obligada ante la aparente neutralidad de la Península Ibérica y el efectivo apoyo de ambos países a estados rivales

Los sucesivos éxitos del eje y los sentimientos germanófilos de algunos políticos hicieron que España pasara de la neutralidad a la no-beligerancia en junio de 1940. A raíz de ello, el embajador portugués, Teotonio Pereira promovió la firma de un protocolo adicional el 29 de junio de 1940, que era una ratificación de una cierta solidaridad peninsular que tranquilizaba de alguna manera a los portugueses, pero que no aseguraba el alejamiento del conflicto. La no beligerancia se prolongó hasta octubre de 1943.

Cuando EE.UU. entra en la guerra mundial en diciembre de 1941, España asume un papel más moderado en su posicionamiento estratégico. En este momento una alianza con Portugal, la histórica aliada de Inglaterra, es fundamental, pues se utiliza para subrayar ante los países aliados la no-beligerancia como una orientación política permanente, ya que éstos comenzaban a ganar posiciones en el curso de la guerra. Ello coincide con la llegada de Francisco Gómez Jordana a la cartera de Asuntos Exteriores que propició un cambio de política, defensor de una línea de asuntos exteriores que tendiera hacia la neutralidad siguiendo el modelo portugués.

Así, el primer acto importante que realizó Jordana fue un viaje a Portugal para entrevistarse con Oliveira Salazar en diciembre de 1942. Fue en el transcurso de estas conversaciones cuando se habló por vez primera de un Bloque Ibérico, fundamentado en el propósito de que la Península se mantuviera alejada de la contienda. La política del Bloque Ibérico estuvo ausente de cualquier contenido preciso, permaneciendo en la pura enunciación declarativa y en la insinuación de un acercamiento hacia los aliados.

Desde este momento se multiplican las relaciones cinematográficas entre ambos países y comienza la política de colaboraciones y coproducciones, si bien observaremos que la relación cinematográfica entre ambos países ya había comenzado antes de la guerra y se había intensificado durante ésta, siendo una de las principales causas de la colaboración posterior.

Colaboraciones cinematográficas anteriores a los años cuarenta

En 1924, Turia Films, de Valencia, produjo El Botones del Ritz dirigida por Reinaldo Ferreira y rodada en Lisboa 1. Quizás sea la primera coproducción de ambos países.

Diez años después, en 1934 la prensa especializada habla de la constitución de un consorcio luso-español de producción de filmes entre la Ibérica Films de Barcelona y el Bloco H. da Costa 2. El contacto de tal relación era Arthur Duarte, contratado como asistente general de produccion de la Ibérica Films 3. Lo que no nos dice, es que varios técnicos y artistas cinematográficos alemanes habían huido a París ante la amenaza nazi y allí habían coincidido con el distribuidor portugués Hamílcar da Costa y con Arthur Duarte. Es muy posible que se conocieran anteriormente en Berlín.

Da Costa, ante la posibilidad de contar con grandes profesionales alemanes, funda una productora y les ofrece reunirse para trabajar en su primera película: Gado Bravo en 1933. Este filme, que dirigirá Antonio Lopes Ribeiro bajo la supervisión de Max Nosseck, contará con Olly Gebauer (la mujer del director), Erich Phillipi y su hermano Herbert Lippschiltz, Heinrich Gäertner, Siegfried Arno, Anny Ondra y Erich Thoren. También trabaja un ingeniero de sonido español F. Bernáldez. La película se estrenó en agosto de 1934. Ese mismo año, varios de estos profesionales4 se afincaron en Barcelona uniéndose a la productora Ibérica Films5 y firmando un contrato con Hamílcar da Costa. Por esta agrupación, los componentes de Ibérica Films se comprometían a participar en las películas portuguesas producidas por Bloco H. da Costa, y éste tenía la exclusiva de la distribución en Portugal de todas las películas de Ibérica Films.

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NOTAS Y REFERENCIAS

1. Según González López, P. y Cánovas Belchí, J.T. (coor.), Catálogo del cine español. F2.Películas de ficción.(1921-1930), Madrid, Filmoteca Española, 1993.

2. "Está constituido, em principio, um consórcio luso-espanhol de produção de filmes", Cinéfilo, N.º 314. 25/8/34. p.6. Bloco H. Da Costa era la productora de Hamílcar da Costa, productor y distribuidor afincado en París desde 1930 que tenía la exclusiva de distribución de los filmes alemanes y rusos a Portugal. En 1932 funda en Lisboa una distribuidora Agência Cinematográfica H. Da Costa y un año después la productora antes mencionada. También tenía oficina de distribución en Madrid.

3Arthur Duarte fue un actor portugués que trabajó en la UFA. Tenía mucha relación con los actores y técnicos alemanes.

4 Max Nosseck, Olly Gebauer, Erich Phillipi, su hermano Herbert Lippschiltz y Heinrich Gäertner. En este grupo también empezó a trabajar como técnico Antonio Vilar.

5 Según Juan B. Heinink, empresa productora y distribuidora constituída en Barcelona por escritura del 12 de septiembre de 1933, con Kurt Flatau y Mariano Rubio Tuduri como socios fundadores y con David Oliver en la presidencia del consejo de administración. Voz Ibérica Films en Diccionario del cine español dirigido por José Luis Borau, Madrid, Alianza Editorial, 1998, p.462.