En España, la influencia mediática ha sido esencial a la hora de establecer la conexión entre la exhumación de las fosas —y la reacción colectiva que éstas han provocado en la esfera social— y otras inumerables iniciativas de recuperación cultural de la Guerra Civil, en exposiciones, simposios, mercado editorial, producción cinematográfica, etc. Así lo reconoce Emilio Silva (fundador de la ARMH) en Las fosas de Franco, donde menciona el artículo titulado “La tierra devuelta a sus muertos”, escrito por Carlos E. Cué para El País digital el 1 de julio del 2002, como “punto de inflexión en la difusión de [su]trabajo”, que lo convirtió de algún modo en “políticamente correcto” (84).13 La dimensión internacional de la labor de exhumación emprendida por la ARMH se pone de manifiesto en otro artículo publicado en The New York Times el 11 de noviembre del 2002, titulado "Spaniards at Last Confront the Ghost of Franco":
Suddenly, if episodically, Spain is waking from the collective amnesia that has paralyzed it for more than a quarter of a century…. So in fits and starts, Spaniards are overcoming their fear that something bad will happen if they remember, shattering a conspiracy of silence that may force Spain 's center-right government to acknowledge an era it wants to forget…. A flood of books, a major museum exhibition and a television series give stark, eloquent testimony to the silence of the dead. An ambitious project to locate and dig up the mass graves where victims of the regime are buried has begun to offer their families an opportunity to heal. (Elaine Sciolino y Emma Daly)
La conexión entre el proceso social y las varias representaciones culturales, que el artículo establece de forma explícita, se vio reforzada después de los atentados terroristas que tuvieron lugar en Madrid el 11 de marzo del 2004. La relación mediática entre las consecuencias políticas del trágico evento y la memoria de la Guerra Civil y el franquismo proveen un ejemplo claro de la instrumentalización de la historia como arma política.14
Vale la pena ennumerar algunas de las manifestaciones culturales y “espacios de memoria” a los que se refiere el artículo: las exposiciones "Exilio" en el Palacio de Cristal del Buen Retiro de Madrid, del 17 de septiembre al 1 de diciembre de 2002; "Propaganda en guerra" en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Castilla y León de Salamanca, del 12 de noviembre de 2002 al 12 de enero de 2003; "Las brigadas internacionales: Imágenes recuperadas" en el Palau de la Virreina de Barcelona, del 7 de noviembre de 2003 al 11 de enero de 2004; "Las presons de Franco" en el Museo de Historia de Catalunya, del 27 de noviembre de 2003 al 12 de abril de 2004; la publicación de numerosos estudios sociológicos e históricos y de varias novelas entre las que se cuentan Soldados de Salamina (2001) de Javier Cercas, Los colores de la guerra (2002) de Juan Carlos Arce y La voz dormida (2002) de Dulce Chacón; la serie de televisión "Cuéntame cómo pasó" (que está en su segundo año de retransmisión), los documentales "históricos" Extranjeros de sí mismos (2001) de Javier Rioyo y José Luis López Linares, Els nens perduts del franquisme ( 2003) y Les fosses del silenci (2003) de Montse Armengou y Ricard Belis, producidos por la Televisió de Catalunya y patrocinados por la Generalitat; Las fosas del olvido (Documentos TV, 2004) de Alfonso Domingo e Itziar Bernaola, así como el estreno de dos nuevas películas sobre el maquis: Silencio roto (2001) de Montxo Armendáriz, y el documental La guerrilla de la memoria (2002) de Javier Corcuera. Dos nuevas adaptaciones fílmicas de textos literarios que abordan el tema de la guerra civil, Soldados de Salamina (2002) de David Trueba y El lápiz del carpintero (2003) de Antón Reixa, consiguieron el éxito en taquilla y constituyeron el núcleo fundamental de una panorámica sobre la Guerra Civil (que incluía documentales propagandísticos realizados en los años del conflicto y recuperados por la Filmoteca Española) que formó parte del duodécimo Festival de cine español "Spanish Cinema Now" (Diciembre 2003) en la Film Society of the Lincoln Center de Nueva York.