3

Paradójicamente, uno de los pilares ideológicos del franquismo fue durante muchos años el uso del discurso histórico como elemento de legitimación. Para las autoridades franquistas, sólo la versión oficial de la historia tenía cabida en la sociedad española. Dicha versión estaba sustentada en la imagen de Franco como salvador de los valores y los intereses de la patria, en la división flagrante entre vencedores y vencidos y en la nula posibilidad de que estos últimos pudieran tener voz. Esta estrategia ideológica fue conocida bajo el nombre de “pacto de sangre” 46.      

Más allá del deseo por parte de las elites políticas de abordar toda cuestión histórica o bien de suprimirla completamente dentro de las dinámicas propias de una transición política, el cine puede convertirse en un espacio donde los ciudadanos pueden discutir sobre el pasado. Sobre este punto específico, y tal y como lo afirma Jean-François Bayart, las expresiones culturales son de gran utilidad a fin de ejercer un contrapeso sobre la hegemonía discursiva de las elites47 . Dentro de dichas expresiones culturales, el cine puede jugar un papel importante al devenir, entre otras cosas, un foro para las discusiones históricas. En efecto, diversos estudiosos subrayan la capacidad del cine para convertirse en una poderosa ventana al pasado48 .

En el caso específico de la transición española, es importante señalar que el cine fue uno de los pocos espacios –pese a diversas polémicas y a algunos desatinos- donde fue posible observar una serie de ideas sobre el pasado distintas al discurso oficial omnipresente durante varias décadas. Tal y como lo comenta Paloma Aguilar, diversos espacios tales como las investigaciones académicas, las obras literarias y en especial, el cine, abordaron el pasado a pesar del silencio generalizado sobre dicho tema49 . Efectuando un recorrido sobre las producciones fílmicas durante la transición española, podemos darnos cuenta que la evocación del pasado fue un tema común en la pantalla grande. Se habla incluso del desarrollo de un género cinematográfico particular en aquel periodo conocido como “cine de recuperación de la memoria colectiva” 50.

Desde una perspectiva política, el análisis de algunas de las cintas más representativas del cine español de la transición nos habla de la importancia que tuvo para algunos directores el hecho de hacer alusión a los eventos históricos, un tema prohibido durante varias décadas y cuya única fuente provenía del aparato propagandístico franquista. De esta manera, se trataba de brindar al público una lectura del pasado a contracorriente de la historia oficial. Esta forma de proceder por parte de algunos miembros de la comunidad cinematográfica va en la misma dirección de lo que comenta Guy Hermet, respecto a la responsabilidad por parte de los creadores artísticos para contribuir a la desmitificación de los discursos heredados del antiguo régimen51 . Las películas históricas realizadas durante los años de la transición se ocuparon de recrear diversas épocas de la historia de España. Creemos sin embargo que por su importancia política, dos periodos históricos fueron abordados con mayor frecuencia. Nos referimos específicamente a la guerra civil y al periodo inmediato que le sucedió, es decir aquél que abarca la posguerra y los primeros años del franquismo.

Durante los años de vida del régimen franquista, únicamente tenía cabida una sola explicación a propósito de la guerra civil. Así, ésta era descrita como una verdadera “cruzada” en contra de los enemigos de la nación. Dicho discurso también llegó al mundo cinematográfico, uno de los instrumentos preferidos por las autoridades franquistas, para desarrollar toda una mitología respecto al conflicto armado52 . En los años de la transición, algunos directores españoles optaron por abordar este espinoso tema desde otra perspectiva. Luego de décadas bajo el discurso oficial, el cual abordaba la guerra con tintes heroicos y marcaba una profunda división entre vencedores y vencidos, varios miembros del mundo cinematográfico optaron por hacer pública una nueva visión del conflicto bélico53 . Se trataba a ciencia cierta de recuperar una idea desarrollada por algunos miembros de la vida artística española durante la guerra y al final de la misma. Hablamos específicamente del cainismo, es decir, del hecho de considerar a la guerra civil como una tragedia colectiva, como un duelo entre hermanos de la misma nación, de nefastas consecuencias para todos54 . En efecto, entre 1973 y 1977, fueron producidas en España algunas películas que no dudaban en señalar el carácter trágico y sangriento de la guerra civil, enseñando en la pantalla el drama producto del conflicto y, por primera vez en muchos años, otorgando una voz a los sectores republicanos. Entre todas ellas, podemos citar por su importancia en primer lugar a Pascual Duarte (1976) de Ricardo Franco. Basada en la novela de Camilo José Cela, la cinta de Franco es ambientada en los años que preceden al comienzo del conflicto. En esta película, quedan de manifiesto las tensiones y las difíciles condiciones de la España de la época. Virginia Higginbotham comenta que se trata hasta cierto punto de un documento etnográfico cuya intención es de mostrar la intolerancia y la corrupción de las estructuras sociales del medio rural55 . Incluso, Carmen de Elejabeitia y F. de Castro van más lejos en sus comentarios afirmando que la película sirve para desenmascarar las verdaderas causas de la guerra civil: el problema de la propiedad de la tierra y las tensiones producto de las malas relaciones entre las distintas clases sociales56 . Dos obras fílmicas que describen con detalle el caos y la desolación de los años de la guerra son tanto Retrato de familia (1976) de Antonio Jiménez Rico como Las largas vacaciones del 36 (1976) de Jaime Camino. En estas dos cintas, queda de manifiesto el drama provocado por la guerra dentro de las familias españolas. En Retrato de familia, la primera película donde se aborda la guerra civil después de la muerte de Franco57 , se muestra el dolor de una familia simpatizante con la causa nacionalista al perder a su único hijo en el frente de batalla. En Las largas vacaciones del 36, Jaime Camino –de la mano de Manuel Gutiérrez Aragón, guionista de la cinta- muestra por una parte las difíciles condiciones a las que se tuvieron que enfrentar miles de familias españolas, aun lejos del sonido de las balas; por la otra, el director aspira a presentar un rostro más acorde con la realidad de muchos de los seguidores de la causa republicana en Cataluña: individuos en su mayoría herederos de una tradición liberal, con una identidad nacional distinta, lejos del fanatismo comunista estereotipado durante muchos años por el régimen58 . Cabe señalar que en dicha película aparece por primera vez la bandera republicana, luego de cerca de cuarenta años de considerársele un símbolo prohibido59 . A través de estas y otras cintas, se trataba entonces de romper con la interpretación oficial de la guerra civil impuesta por el régimen durante tanto tiempo, desmitificando el conflicto y abordándolo como lo que fue: una tragedia colectiva que continuaba pesando en las conciencias de los españoles.
           

El segundo gran tema histórico abordado por algunos directores de la transición se sitúa en los años de la posguerra y de consolidación del régimen franquista. En efecto, por medio de la cámara, diversos cineastas decidieron presentar públicamente la imagen de una España hundida en la miseria, sujeta a una represión incesante y donde diversas actividades ilícitas, como el tráfico y el estraperlo, eran actividad cotidiana. Una de las primeras cintas que aborda directamente este difícil periodo es Canciones para después de una guerra (1976)60 de Basilio Martín Patino. A través de imágenes recuperadas de la época y al ritmo de los temas musicales de antaño, el director elabora un testimonio que va del último año de la guerra civil a la firma del primer convenio de cooperación entre el régimen y los Estados Unidos (1953). Por medio de un estilo sumamente original, Basilio Martín Patino muestra las heridas de un pueblo marcado por el conflicto bélico, donde la pobreza y la desolación eran escenarios comunes. En la opinión de Marvin D’Lugo, estamos ante una de las obras claves del cine de la transición, al tratarse de uno de los mayores estudios sobre el poder de la ideología y del impacto del franquismo durante décadas 61.

<< 1 2 3 4 5 >>

 


46. Rigby, Andrew, Justice and Reconciliation, p. 44.

47. Bayart, Jean-François, «Le politique par le bas en Afrique noire», Politique africaine 1,1 (janvier 1981), p. 57.

48. Robert A. Rosenstone sitúa al mismo nivel el cine y la palabra escrita como instrumentos esenciales para la difusión histórica: Rosenstone, Robert A. (ed.), Revisioning Histor : Film and the Construction of a New Past, (Princeton, N.J.: Princeton University Press, 1995). R. J. Raack va más allá afirmando que el séptimo arte incluso rebasa a la capacidad de las palabras para mostrar el pasado: Raack, R. J., «Historiography as Cinematography: A Prolegomenon to Film Work for Historians», Journal. of Contemporary History, n.18, (July 1983), p. 416, 418.

49. Aguilar, Paloma, « Guerra civil, franquismo y democracia », Claves de razón práctica, n. 140, (marzo 2004), p. 25.

50. Marti-Rom, J-M. y Lajeunesse, Jacqueline, «Le cinéma espagnol après Franco: de la politisation au désenchantement», La revue du cinéma, n. 361 (mai 1981), p. 83.

51. Hermet, Guy, Culture et Démocratie, p. 214.

52. Diez Puertas, Emeterio, Historia social del cine en España, (Madrid: Editorial Fundamentos, 2003), p. 297-304; Jordan, Barry y Morgan-Tamosunas, Rikki, Contemporary Spanish Cinema, (Manchester and New York: Manchester University Press, 1998), p. 17-19.

53. Dos artículos de gran utilidad para efectuar un recorrido sobre las películas españolas de la transición que abordan la guerra civil son los siguientes: Hidalgo, Manuel, « El cine sobre la guerra civil durante los últimos años del franquismo », Cinema 2002, n. 43 (1978), p. 31-33; Monterde, José Enrique et Riambau, Esteve, «La guerra de España vista por el cine: verdades y mentiras», Cinema 2002, n. 43 (1978), p. 26-28.

54. Tanto la idea del cainismo como su alusión en la pantalla grande son magníficamente presentadas en: Deveny, Thomas G., Cain on Screen. Contemporary Spanish Cinema, (Lanham, MD : Scarecrow Press, 1993).

55. Higginbotham, Virginia, Spanish Film under Franco, p. 109.

56. De Elejabeitia, Carmen y De Castro, Ignacio F., « Prólogo », en Franco, Ricardo, Lázaro, Emilio M., y Querejeta, Elías, Pascual Duarte, (Madrid : Elías Querejeta Ediciones, 1977), p. 13.

57. Méndez Leite, Fernando, « El cine español en la Transición », en VV.AA. Cine español 1975-1984, (Murcia  Universidad de Murcia, 1985), p. 16.

58. Entrevista con el director y guionista Manuel Gutiérrez Aragón. Madrid, 19 de octubre de 2005.

59. Entrevista con el crítico e investigador José Enrique Monterde. Barcelona, 20 de octubre de 2005.

60. La película fue terminada en 1971, sin embargo tuvo que hacer frente a un sinfín de obstáculos –ligados en su mayoría a problemas con la censura- para poder ser estrenada finalmente en 1976. Consultar para mayores detalles: Pastor Martínez, Ernesto J., «El nudo gordiano de ‘Canciones para después de una guerra’», en VV.AA., El cine español durante la Transición democrática (1974-1983), (Madrid: Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, 2005), p. 285-304. Canciones para después de una guerra, junto con Caudillo (1977) y Queridísimos verdugos (1977) conforman una trilogía documental decisiva para el cine español de la transición. En Caudillo, Basilio Martín Patino elabora una peculiar obra en torno a la figura de Franco, tratando de reinterpretar el mito detrás de su persona. En Queridísimos verdugos, el director salamantino aborda el tema de la pena de muerte en el franquismo, entrevistando a los últimos verdugos del régimen. Para un análisis más profundo de la original obra de Martín Patino, consultar: Bellido López, Adolfo, Basilio Martín Patino: un soplo de libertad, (Valencia : Generalitat Valenciana, 1996); Pérez Millán, Juan Antonio, La memoria de los sentimientos. Basilio Martín Patino y su obra audiovisual, (Valladolid: 47 Semana Internacional de Cine de Valladolid, 2002).

61. D’Lugo, Marvin, Guide to the Cinema of Spain, (Westport, Conn. : Greenwood Press, 1997), p. 40.