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Spagna 1936

Spagna 1936 fue montado posteriormente a la Segunda Guerra Mundial , pero tiene una estructura bastante similar a Espagne 1936 , aunque el apartado dedicado a las Brigadas Internacionales es más extenso. Spagna 1936 empieza con el siguiente rótulo en italiano:

"Este documento cinematográfico fue rodado en los frentes de España du­rante la guerra civil 1936-1939 por operadores de actualidades, siempre en condi­ciones di ­ fíciles, incluso arriesgando su propia vida".

A conti­nuación, se hace un breve repaso histórico de la Segunda República para centrarse en la Guerra Civil española. En un momento determinado el comentarista dice "¿Qué hicieron las democracias por España y qué hacen hoy? El trágico período iniciado con la revuelta franquista de 1936 continúa y el pueblo sigue su lucha y como en 1936 busca nuestro apoyo".

El locutor comenta, poco después del discurso de La Pasionaria, que "millares de combatientes de diversos países se agrupan en las filas de las Brigadas Internacionales. Son antifascistas de todos los países y nacionalidades: franceses, ingleses, americanos, polacos, húngaros, italianos, soviéticos… El pueblo español acoge con entusiasmo la llegada de estos nuevos combatientes". A partir de este instante se destaca la intervención de numerosos italianos "que participaran en la lucha anti­franquista" , observándose la fotografía de cada uno de ellos: Vittorio Vidali, Luigi Longo –en compañía de l francés André Marty, jefe de las Brigadas Internacionales–, Palmiro Togliatti, Pietro Nenni y Randolfo Pacciardi, entre otros. El narrador destaca que primero combatieron al fascismo en España y después en Italia durante la Segunda Guerra M undial.

Tanto Spagna 1936 como Espagne 1936 no comentan aspectos que pudieran perjudicar la imagen en el extranjero del Gobierno republicano como, por ejemplo, que el Gobierno de Largo Caballero veía factible una derrota republicana en Madrid, motivo por el cual se trasladó a Valencia –ciudad que estaba muy alejada de los frentes de guerra–; la ayuda militar que recibió, a partir de octubre de 1936, de la URSS; o la posibilidad de un hipotético triunfo de una situación revolucionaria en la España republicana. Respecto a este último punto, tras ver el documental comprobamos que la revolución social no existe. Si Madrid era la capital de la República, Barcelona lo era de la revolución ya que los anarcosindicalistas estaban armados y eran dueños de la situación. Una vez neutralizado el pronunciamiento militar, la autoridad del gobierno republicano se vio seriamente comprometida por el empuje de las organizaciones sindicales que implantaron diversas medidas revolucionarias: quema de edificios religiosos, actuación de patrullas de control, autogestión de las empresas, colectivizaciones agrarias, etc. Por lo tanto no se mencionan las divergencias dentro del bando republicano: por un lado, republicanos y comunistas; y por otro, anarquistas y algunos sectores socialistas. Los primeros eran partidarios de la disciplina y los segundos de la revolución espontánea. Apareció el dilema de enterra r la revolución para ganar la guerra o profundizar la revolución para dar a los sacrificios del pueblo un estímulo y una recompensa. Las discrepancias estallaron en mayo de 1937 en Barcelona donde ganó la primera opción27 .

 

La actividad posterior de Buñuel hasta 1939

Existe la posibilidad que España 1936 no fuera el único documental de montaje bélico sobre nuestra nuestra guerra civil en el que Luis Buñuel interviniera du­rante su estancia en la Embajada española en París, pero el propio Buñuel no tuvo nunca interés de concretar demasiado este punto de su vida. Durante el conflicto bélico, el director aragonés vino en algunas ocasiones a España portando propaganda, transportando documentos o ayudando a los que rodaban en España. Muchos autores han señalado la intervención del director aragonés en La división perdida (dir. José María Beltrán, 1938). Santiago de Pablo ha demostrado en un estudio reciente que este documental nunca existió y “ver cómo, con retazos de realidad, se construye una auténtica leyenda28 . También se apunta que trabajó en el Servicio de Contraespionaje de la República viajando por diferentes ciuda­des europeas. En una ocasión, Buñuel recibió una increíble oferta de Edward James, millonario británico. James proporcionaría al Gobierno republicano un bombardeo a cambio que las autoridades españolas le cedieran algunas obras del Museo del Prado. Con los cuadros se realizaría una exposición por varias ciuda­des europeas. Al terminar la guerra había dos posibilidades: si los republicanos vencían las obras volvieran al Prado, mientras que si perdían los cuadros queda­rían en propiedad del Gobierno republicano en el exilio. Buñuel comunicó a Álvarez del Vayo la proposición que éste rechazó.

 

En 1938, el Gobierno republicano envió a Buñuel a los Estados Unidos como supervisor cinematográfico. Se presentó al productor Frank Davis, de ideología pro­gresista, como supervisor de las películas que tuvieran como tema la contienda española. Davis aceptó, pero finalmente se quedó sin trabajo cuando la asociación de productores norteamericanos decidió no hacer filmes sobre el tema, ni a favor ni en contra de la República española. Por ejemplo, la Metro-Goldwyn-Mayer tenía intención de filmar Cargo of Innocents, que trataba de los niños españoles que llegaban en barco desde Bilbao a los Estados Unidos. Hollywood produjo durante el conflicto español sólo tres filmes que tuvieran como tema nuestra guerra: The Last Train from Madrid (James Hogan, 1937), Love under Fire (George Marshall, 1937) y Blockade (William Dieterle, 1938). De hecho en las dos pri­meras películas citadas la guerra española era un mero telón de fondo. En cam­bio, Dieterle dio a su filme una cierta significación ideológica al denunciar el bloqueo militar que sufría el Gobierno republicano 29.

Las actividades de Buñuel en Francia eran conocidas por las autoridades franquistas. En este sentido, la Jefatura de Policía de A Coruña realizó un informe en el que se le describe como un “sujeto morfinómano y alcohólico, que durante estos últimos tiempos ha estado en París al servicio de la propaganda roja ... Fue autor y director de una película sobre Las Hurdes, que era un verdadero descrédito para España”30. Asimismo, el falangista Ángel Baselga –responsable de la Sección Nacional de Cine del 5º Cuerpo del Ejército– tildaba a Luis Buñuel como un “incapacitado hoy por estar al servicio del grupo surrealista-judío-soviético de París, en donde con Dalí y otros, hizo su formación artística 31.

 

 

 

La moral y la capacidad militar del Ejército republicano era nula tras la derrota del Ejército en la batalla del Ebro. Luis Buñuel escribió una carta al embajador español en Washington, Fernando de los Ríos, poniéndose a su disposición para ir al frente cuando convocaran a su quinta. Pero antes que le llegara la respuesta, finalizó la Guerra Civil española. Buñuel estaba en Nueva York, y decidió permanecer allí. Obtuvo un trabajo en el departamento de cine del Museo de Arte Moderno, pero las acusaciones de ser comunista, le obligaron a abandonar el cargo en junio de 1943 32 . Entre 1944 y 1946 residió en Hollywood, trabajando para la Warner Brothers y como lo­cutor para las versiones en castellano de los documentales del ejército estadouni­dense. En 1946, aceptó el ofrecimiento del productor Oscar Dancigers para dirigir una película en México. Luis Buñuel no regresó a España hasta 1960 para filmar Viridiana.

 

 

OBRAS CITADAS

 

ÁLVAREZ, R. y SALA, R. El cine en la zona nacional. Bilbao: Mensajero, 2000.

ARANDA, J. F. Luis Buñuel. Biografía crítica. Barcelona: Lumen, 1969.

ARANDA, J. F. "La etapa española: 1932-1937", en Luis Buñuel. Venecia: XLI Mostra Internazionale del Cinema, 1984.

BAXTER, J. Luis Buñuel: una biografía. Barcelona: Paidós, 1996.

BOLLOTEN, B. La Guerra Civil española: revolución y contrarrevolución. Madrid: Alianza, 1989.

BUÑUEL, L. Mi último suspiro. Barcelona: Plaza & Janés, 1982.

DALÍ, S. La vida secreta de Salvador Dalí. Buenos Aires: Poseidón, 1944.

DELMER, S. Trail Sinister. An Autobiograph. Vol. 1. Londres: Secker and Warburg, 1961.

DÍEZ PUERTAS, Emeterio. El montaje del franquismo: la politización de las fuerzas sublevadas. Barcelona: Laertes, 2002.

FERNÁNDEZ CUENCA, C. La guerra de España y el cine. Madrid: Editora Nacional, 1972, 2 vols.

GUBERN, R. 1936-1939: la guerra de España en la pantalla. Madrid: Filmoteca Española, 1986.

IRIBARREN, J. M. Con el general Mola: escenas y aspectos inéditos de la guerra civil. Zaragoza: Libreria General, 1937.

NUSSINOVA, Natalia. “España 1936 ¿Es una producción de Luis Buñuel?”, en Archivos de la Filmoteca , nº 22, Febrero 1996.

PABLO, S. de. Tierra sin paz. Guerra Civil, cine y propaganda en el País Vasco. Madrid: Biblioteca Nueva, 2006.

PÉREZ TURRENT, T. y COLINA, J. Buñuel por Buñuel. Madrid: Plot Ediciones, 1993.

SALA, R. El cine en la España republicana durante la guerra civil. Bilbao: Mensajero, 1993.

THOMAS, H. (ed.). La Guerra Civil española. Vol. 3. Madrid: Urbión, 1979.

 

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NOTAS Y REFERENCIAS

27 La diversidad ideológica y las luchas internas dentro del bando republicano están estudiadas en BOLLOTEN, B. La Guerra Civil española: revolución y contrarrevolución . Madrid: Alianza, 1989.

28 PABLO, S. de. Tierra sin paz. Guerra Civil, cine y propaganda en el País Vasco . Madrid: Biblioteca Nueva, 2006, pp. 316-320.

29 Sobre las relaciones entre Hollywood y la guerra civil cfr. SALA, R. El cine en la España republicana durante la guerra civil. Bilbao: Mensajero, 1993, pp. 378-411 y ÁLVAREZ, R. y SALA, R. El cine en la zona nacional. Bilbao: Mensajero, 2000, pp. 52-73.

30 Fondo de Expedientes Policiales del Archivo Histórico Nacional de Madrid, H-13719, con fecha del 16 de mayo de 1937. Para los profesionales republicanos del cine represaliados por el franquismo, vid. DÍEZ PUERTAS, Emeterio. El montaje del franquismo: la politización de las fuerzas sublevadas. Barcelona: Laertes, 2002, pp. 252-262.

31 Memoria sobre el establecimiento de una Sección Nacional de Cinematografía , con fecha del 25 de noviembre de 1937. Archivo General de la Administración de Alcalá de Henares, Sección Cultura, Caja 1.

32 Buñuel achacaría a la autobiografía de Salvador Dalí (la referencia de la primera edición en castellano de La vida secreta de Salvador Dalí es Buenos Aires: Poseidón, 1944) su expulsión del MOMA,en el que se vio obligado a presentar la dimisión en 1943. Dalí describía a Luis Buñuel como un ateo.