h)
Condiciones de vida. El film muestra las condiciones de insalubridad
en el trabajo (comen dentro de las galerías donde hace un calor
húmedo y sofocante) y en la vivienda. Las casas de la colonia
tienen dos espacios. Uno abajo para cocinar, comer y asearse, y otro
arriba para dormir toda la familia. No hay agua corriente, ni electricidad
ni desagües y las aguas residuales corren por las calles, siendo
focos de infección. La muerte de una criatura de la familia protagonista
por una atención sanitaria tardía demuestra que la atención
sanitaria es insuficiente. Toda la colonia es gris debido a la contaminación
por la proximidad de la mina. El único espacio para el ocio de
los mineros es la cantina, por la que pasan a beber al salir del trabajo,
y una fiesta popular al aire libre. En contraposición se nos
muestra la forma de vida ostentosa y ociosa de las familias propietarias
de la mina.
i)
La huelga, los esquiroles y la represión. La película
narra el inicio de la huelga en una mina (basada en una experiencia
real: la huelga minera de Anzin, Francia en 1884) y la extensión
de ésta a otras próximas. Se observan las causas, preparación
y participación en ella de hombres, mujeres y criaturas. Los
líderes obreros (Etienne y Maheu) negocian con los empresarios
(Gregoire y Hennebeu) y argumentan: "Sr. Director, queremos justicia";
"Es hora de que podamos comer pan cada día". Los empresarios
dicen: "Cuando los obreros sufren, las empresas también";
"Soy un empleado como vosotros, reflexionad, la huelga es un desastre
para todos, os moriréis de hambre"; "La A.I.T. os ha
prometido sueños imposibles. Son un ejército de bandidos
que sólo piensan en destruir la sociedad". La huelga dura
meses en una de las minas, y el empresario trae obreros belgas (esquiroles),
que vienen escoltados por gendarmes. A partir de aquí se produce
el desenlace. La colonia minera en masa pretende impedir esta situación,
y se inicia la represión. Muere uno de los protagonistas (Maheu)
y el otro (Etienne) decide la vuelta al trabajo. Algunos mineros, y
sobre todo la señora Maheu le culpabilizan, no entienden su postura.
Souvarin, el anarquista, realiza un sabotaje en la mina, que tendrá
consecuencias trágicas sobre todo para los miembros de la familia
Maheu.
Etienne se marcha vencido, culpabilizado, pero pensando que "Un
negro ejército vengador brotaba lentamente en los surcos y fructificaba,
para ser recogido en los siglos venideros, y aquella germinación
pronto haría estallar la tierra".