El profesor en el eees-1

El papel del profesor

¿Cambia sustancialmente el papel del profesor?

En absoluto; porque el papel del profesor tanto sea universitario como no universitario siempre es el mismo, facilitar situaciones de aprendizaje.
Lo que sucede hoy es que el papel del profesor universitario ha quedado reducido y centrado tan exclusivamente en su función didáctica de exposición magistral de las materias que margina y minimiza otras funciones que actualmente realizan los profesores, tales como la planificación del currículum, la organización de los contenidos, la programación de las asignaturas, la gestión de la enseñanza-aprendizaje, la administración académica, entre otras más puntuales.
Por lo tanto, se trata de una imagen extorsionada, con mayor o menor grado de intencionalidad no exenta de buena voluntad, del actual papel del profesor universitario, que el mismo profesor algunas veces fomenta inconscientemente.

¿En qué no cambia el papel del profesor en el contexto del eees?

En coherencia con lo anterior, lo que cambia no es el qué sino el cómo.
El papel del profesor no cambia en aquello que le es propio como tal profesional; su misión seguirá siendo la misma: lograr una educación de calidad que sirva para que los estudiantes estén más capacitados, sean más competentes para poder desempeñar mejor tanto funciones profesionales como sociales y personales; es decir, seguirá desempeñando el mismo papel de siempre, el de formador.

¿En qué cambia el papel del profesor en el contexto del eees?

Cambia en el cómo ha de actuar en el desarrollo de sus funciones. Un principio orientador de su actuación sería la actualización de todas sus funciones –didáctica, pedagógica, organizativa, gestora, administrativa, …- del desarrollo del proceso enseñanza aprendizaje. Hasta el momento las funciones más enfatizadas del profesor universitario se materializan en la didáctica y administrativa. En el nuevo contexto todas las funciones exigen ser activadas y revalorizadas porque el proceso de enseñanza-aprendizaje, centrado preferentemente en el estudiante, se desarrolla en base al trabajo individual y en grupo de los estudiantes desde la orientación y seguimiento del profesor.

¿Qué estrategia básica facilitaría el cambio de cómo actuar del profesor?

La magia de la estrategia básica radica en saber utilizar y aplicar los cuatro recursos funcionales más significativos que se emplean con mayor o menor eficacia en la enseñanza: tiempo y espacios, formación y financiación.

¿Cómo ha de gestionar el tiempo el profesor?

En primer lugar, racionalizando el tiempo: planificando y organizando las unidades de tiempo a llevar a cabo.
En segundo lugar, programando el tiempo: asignando a cada función docente el tiempo adecuado y necesario.
En tercer lugar, administrando el tiempo: rentabilizando eficiente y eficazmente el tiempo.
Todo ello no quiere decir que el profesor haya de dedicar más tiempo al ejercicio de su profesión sino saber administrarlo mejor para una mayor rentabilidad del mismo.

¿A qué dedicará el tiempo el profesor universitario durante el curso?

Las distintas funciones que tiene asignadas el profesor universitario se materializan en la pluralidad de actuaciones. Entre las más frecuentes se pueden concretar en las siguientes: