LA EXPERIENCIA ERASMUS  COMO “CAMPO DE PRUEBAS” DEL EEES: Breve reflexión desde la Facultad de Pedagogía de la UB

Dra. Isabel Paula

Responsable de la Oficina de Relaciones Internacionales
de la Facultad de Pedagogía
de la Universidad de Barcelona

Sabemos que el objetivo del EEES es dotar a Europa de un sistema universitario homogéneo, compatible y flexible que permita la movilidad de los estudiantes y de los titulados universitarios. Por otro lado, este objetivo se basa en la filosofía metodológica del “aprender a aprender” más que en la acumulación de conocimientos que, dada la cantidad de información y avances tecnológicos de los que disfrutamos, quedan anticuados demasiado pronto. Es por eso que el estudiante se convierte en el protagonista y en uno de los agentes sociales clave de este espacio.

Una de las iniciativas más atractivas e interesantes para el alumnado lo constituye el desarrollo del programa europeo Sócrates-Erasmus de intercambio académico para estudiantes universitarios, pionero y “campo de pruebas” del desarrollo de este EEES, el cual este año ha celebrado su 20 aniversario.

Mi experiencia como responsable de la Oficina de Relaciones Internacionales de la Facultad de Pedagogía de la Universidad de Barcelona me permite compartir esta vivencia Erasmus con nuestros estudiantes que deciden lanzarse a la experiencia universitaria europea. Lo que quisiera en estas líneas es hacer una humilde reflexión, sencilla y clara, sobre algunos aspectos positivos y otros mejorables que este intercambio académico proporciona a nuestro alumnado, la fenomenología del fenómeno Erasmus.

El proceso que se sigue antes de irse exige de un rol tutorial por parte de los responsables muy interesante: motivar al alumnado sobre la riqueza de la experiencia a diferentes niveles; informar de cuáles son las universidades de destino con las que la Facultad tiene convenios firmados; promover el aprendizaje de lenguas para que puedan superar la prueba de nivel que se les exige desde la Escuela de Idiomas Modernos (EIM); rellenar la solicitud y pedir la plaza; i, una vez obtenida, redactar el documento de equivalencia académica que les permitirá asegurarse que los créditos que realicen en la Universidad de destino serán convalidados por determinadas asignaturas de su programa de estudios de la Universidad de Barcelona. A partir de aquí, solamente les queda solucionar temas logísticos: búsqueda de alojamiento, solicitud de otras becas complementarias (AGAUR, Bancaja...); obtener el carné sanitario europeo, iniciación a la lengua de países en los que estudiarán en inglés pero cuyo idioma es otro (Suecia, Dinamarca, Holanda, etc). Así pues, no es poco el trabajo que implica pero la idea de vivir la experiencia los ayuda a tirarlo adelante, entre inquietos e ilusionados.

Un malentendido recurrente entre el alumnado que desea hacer un Erasmus es el considerar, equivocadamente, que el Erasmus le permitirá el aprendizaje de una lengua diferente a la española. Esto no es exactamente así. El objetivo del Erasmus no es el de aprender una nueva lengua europea sino más bien llegar con unos niveles de conocimiento lo suficientemente aceptables con el fin de poder consolidarla durante los meses que dura la beca. No olvidemos que la finalidad del Erasmus es la realización, por parte del alumnado, de una serie de créditos europeos (ECTS) que le permitan convalidar (previo acuerdo académico) una serie de créditos UB. Y por eso, llevar una buena base lingüística es imprescindible. No obstante, cuando vuelven contemplan maravillados los avances en la comprensión, expresión y escrit