Ennio
Morricone es, sin duda alguna, uno de los mejores compositores de
música cinematográfica de todas las épocas. A
sus setenta y cinco años, y aún en activo (acaba de
estrenarse uno de sus últimos trabajos: El juego de Ripley
de Liliana Cavani), Morricone goza de un prestigio único en
el panorama de la banda sonora, tanto por la calidad de su música
como por su versatilidad cinematográfica, que le ha permitido
trabajar diferentes géneros, cinematografías, coproducciones,
etc.
El
compositor
Morricone
nació en Roma el 10 de noviembre de 1928. A los diez años
comienza sus estudios musicales en la capital italiana. Pronto sustituye
con cierta regularidad a su padre en las orquestas de baile en las
que éste trabajaba. Compaginar los estudios con el trabajo
será su actividad habitual bajo la dominación nazi.
A los 18 años aparecen sus primeras grandes composiciones (Il
Mattino, Imitazione e Intimità) obras que dan ya especial
relieve a uno de sus instrumentos preferidos: la voz humana.
Amplía
también sus trabajos como orquestador para teatro, radio y
televisión.
En 1961 se estrena Il federale, su primera película.
Pero es con Por un puñado de dólares (1964) con
la que salta al estrellato internacional, de la mano de Sergio Leone,
director del film. La originalidad en el estilo musical se ensambla
tan perfectamente con la estética fijada por Leone que, a partir
de entonces, Morricone formará parte de todos los proyectos
del director, desde la redacción misma del guión.
Desde entonces hasta ahora, las películas con música
de Ennio Morricone pasan ya de cuatrocientas, que incluyen dramas,
comedias, bélicas, thrillers, etc, tanto europeos como americanos.
Ha trabajado también para publicidad, reportajes, dibujos animados,
series de televisión, teatro, temas para intérpretes
populares como la cantante portuguesa Dulce Pontes, etc.
En
la actualidad, Ennio Morricone continúa en activo, con la colaboración
ocasional de su hijo Andrea Morricone, también compositor.
Por otro lado, su trabajo como compositor cinematográfico nunca
ha llegado a eclipsar su obra de concierto, que también presenta
una variedad amplísima: obras para solista, tríos, cuartetos,
orquestas de cámara, obras vocales, etc, que le ha valido el
reconocimiento unánime entre los compositores europeos.